Friday 13 January 2012

La cruda realeza


Una blancanieves gitana aprieta contra su pecho infantil un bebé rubio platino con los mismos ojos gelatina de  los gemelos arios que mece compulsivamente otra prematura madre calé en un doble carrito rosa fucsia. La cenicienta ya tocada por el hada prepara un guiso invisible de punta en blanco sin mandil en una cocina plástica apoyada en la verja de una cancha en la que media docena de promesas del balón multirraciales sortean con una habilidad imposible los giros de patinadores y ciclistas noveles. Un yonqui treintañero está a punto de ser atropellado por el primer Ferrari eléctrico que surca las aceras de Orcasur en una soleada mañana de reyes.