Wednesday 25 September 2013

Aliénate

Siente tu respiración, acompásala con los latidos, cierra los ojos,  relaja los músculos y escucha: no juzgues, prejuzgues ni reflexiones, relativiza,  no mires al vacío,  estrangula a tu instinto, tápale la boca a los sentimientos, concéntrate en lo banal, no preguntes, siéntate en la rutina y sonríela, no te anticipes, deja que te lleve la corriente, fúndete con tu entorno…  camina y vive puto zombi

Wednesday 7 August 2013

Au revoir

Creo que nunca hasta ahora había sido consciente con tanta contundencia del concepto elástico del paso del tiempo. Diez meses:  un embarazo largo, un curso escolar, una misión espacial, un noviazgo, unas prácticas, una lavadora pagada a plazos,  15 años perrunos…
No sé cuántas sonrisas, enfados, ilusiones, desengaños o enamoramientos me voy a perder, prefiero pensar que sólo tendré  que contemplar diez lunas llenas, esperar dos celos de Leela o dejar pasar una temporada de El Mentalista.
Lo peor es lo mucho que tendré que esquivar para hacer más llevadero el viaje. Las canciones  casi siempre tristes que tocamos juntos, las pelis o series en las que compartimos nuestro amor por el cine, los grupos que te apasionan, las cruentas partidas de tute o Monopoly… Sí, procuraré excusar  todas esas cosas que me recuerdan a tí, pero sospecho que no podré evitar verte en cada tenaz convicción materna, en los hábitos más rutinarios de Zoe, en el sentido del humor de Oli, en las ocurrencias de Diego… Estoy pensando en hacer un cuadrante de turnos para repartir la nostalgia entre todos o incluso aprovechar el trozo de ti que se queda en cada uno de nosotros para suplantarte por etapas durante estos diez ciclos lunares.

Wednesday 8 May 2013

Excursión



La tortilla emparedada en pan rústico acababa de cuajarse perfectamente abrigada en el papel de plata. Descansaba junto con un zumo de naranja sin azúcares añadidos, un par de servilletas, un yogurt líquido, una libreta y un Faber Castle afilado en una mochila diez veces revisada. Pero no fue capaz de enlazar dos horas de sueño seguidas,  su sistema nervioso acusó recibo de la excitación por la primera excursión del curso y generó una pequeña crisis de  ansiedad  provocando una docena de visitas al baño.  Duchada y en intachable estado de revista a las seis de la mañana, se entretuvo repasando la regla del uso de la eme y la ene y practicando en voz alta la pronunciación de la equis sin llegar a entender del todo aquello del fonema combinado k+s.
Aunque siempre me enternece ver cómo gestionan mis niños la agitación que les provoca cualquier hecho mínimamente inusual, mientras me saluda enérgicamente desde la primera fila del autobús me pregunto si no debería solicitar cita con el profesor para asegurarme de que el entusiasmo de mi madre, a sus 71 años, no es un poco excesivo.