Se empeña con las ganas de un demente en
encarar una y otra vez el laberinto, aún
a sabiendas de que el éxito jamás le permitirá salir al exterior, ni siquiera saborear
el rancio trozito de queso por una irónica
intolerancia a la lactosa. Pero en cada acometida cumple con lo que se espera
de él y elige una ruta alternativa como si empezase una nueva vida. Con una
disciplina militar, cada noche dedica unos minutos a repasar mentalmente los
pasadizos antes de caer en un profundo sueño en el que a menudo su espíritu
tampoco puede resolver el jeroglífico vital. Acurrucado en un rincón del salón bajo
la mesilla roe ferozmente el hueso de un melocotón mientras lamenta su perra suerte.
Monday, 8 October 2012
Thursday, 8 March 2012
Feliz San Antón
No me cuesta mucho ausentarme, pese a estar presente. Supongo que la combinación de los chiles hindús y el vino ayudan considerablemente a la tarea. Salgo al balconcillo a fumarme un cigarro y mi espíritu decide seguir al raso, contemplándote, a todos vosotros, a través del fino cristal que separa la estancia perfumada y bienaventurada de la umbría, fría y pestilente realidad de la judería madrileña.
Estás particularmente guapa esta noche, pero lo estáis todos, ahora que me fijo. Todos tan guapos, tan inteligentes, tan vivos, tan… humanos. Me gusta, de verdad, ver cómo te diviertes, cómo intervienes en las conversaciones, cómo practicas tu inglés, cómo interactuáis con naturalidad.
Por mi parte, aunque mi cuerpo se adapta, me siento mucho más cerca de esa perrilla medio perdiguera que sueña con cazar conejos mientras vive algo ajena una fantasía domesticada rezando por adormecer esos instintos que la empujan a perseguir las palomas que pasean libres por la Plaza de Cascorro, por no defecar en la cerámica decimonónica, por no desairar, en definitiva, a sus esforzados dueños.
Hace pis nada más salir del portal y me mira deseando que haya captado su disposición. Corre tanto como se lo permite la correa extensible de 15 metros acostumbrada ya al adoquinado sendero del barrio olfateando en las alcantarillas, lo más parecido a una madriguera que puede encontrar en la dehesa urbana. Es entrañable, casi adorable, es fácil cogerle cariño, pero es un verdadero asco recoger su caca de la calzada.
Te entiendo mejor, regreso apresuradamente a la mesa decidido a formar parte de ese mundo que habitáis los seres humanos. Reparas en que te estoy observando y piensas. “joder, otra vez querrá cagar; si le acabo de sacar”.
Friday, 13 January 2012
La cruda realeza
Una blancanieves gitana aprieta contra su pecho infantil un bebé rubio platino con los mismos ojos gelatina de los gemelos arios que mece compulsivamente otra prematura madre calé en un doble carrito rosa fucsia. La cenicienta ya tocada por el hada prepara un guiso invisible de punta en blanco sin mandil en una cocina plástica apoyada en la verja de una cancha en la que media docena de promesas del balón multirraciales sortean con una habilidad imposible los giros de patinadores y ciclistas noveles. Un yonqui treintañero está a punto de ser atropellado por el primer Ferrari eléctrico que surca las aceras de Orcasur en una soleada mañana de reyes.
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