Monday 24 September 2007

El tabaco perjudica seriamente la memoria


El tabaco mata, decía mi padre mientras se metía entre pecho y espalda el décimo bisontes sin filtro en las primeras horas de la mañana. Los cigarrillos habían hecho mella en sus bronquios desde los 20 y hacía mucho tiempo ya que el amarillo anaranjado de sus dedos no se quitaba ni con piedra pómez. El de sus dientes desapareció con ellos, cuando empezaron a aplicarle la quimioterapia.
Recuerdo nuestros viajes a Alicante, apretujados en el Seat mil cuatrocientos treinta con asientos imitando la piel de leopardo. Manolo Escobar al cante, que es lo suyo y mi padre, al fumeque, como debe ser. Cada cinco o diez minutos mi madre le encendía un pitillo. Ella no se tragaba el humo, decía, pero vaya que si lo tragaba, ella y mis hermanos y yo también. Las autoridades sanitarias advierten: proteja a los niños del humo del tabaco. Dóndeestarámicarro, dóndeestarámicarro, pasame otro cigarrillo, mujer. Poresoseoyeesecantar, queviiivaEspaña- otro cigarrillo.
El tabaco mata, decía mi padre y cuando me fumé el primer cigarrillo las tabaqueras también lo decían: “Perjudica seriamente la salud”. Era un rubio bajo en nicotina y alquitrán, pero enseguida le cogí el gusto al negro, después de nuevo al rubio con alquitrán y nicotina y ahora también a los puros y la pipa. A los 60 a mi padre le descubieron un cáncer de garganta, qué razón tenía.
Apenas puedo recordarle, siempre llevo en la cartera una foto suya porque no consigo retener su rostro. Pero cuando la nostalgia me supera bajo al garaje, enciendo un bisontes con las ventanillas del coche bajadas y pongo una vieja cinta de Manolo Escobar. Viene a mi memoria como si fuese hoy mismo. El tabaco mata, me dice mientras enciende otro cigarrillo. Estoy pensando en demandar a las tabaqueras o a mi padre, me advirtieron sobre la salud, el riesgo en embarazadas o niños, sabía de su poder adictivo, pero no tenía ni idea de que afectase a la memoria. Los muy cabrones no advierten de que sin tabaco se acaban los recuerdos. Por eso mi padre fumaba como un condenado.

Noticia: Andalucía incluye al Estado en su demanda contra las tabaqueras
La Junta considera que el Estado es responsable por ser el titular del monopolio del tabaco

2 comments:

Anonymous said...

Carlos, no me líes, que contado así de bonito le entran a una ganas de fumar!!!

Carol

Daniel De la Puente said...

Sí... Pero ni siquiera el tabaco será capaz de hacerte recordar la voz de los que no están, o de los olvidados. Inténtalo, si no.